El sistema Zettelkasten puede parecer complicado y difícil de implementar así de entrada, pero si te interesa y le ves potencial, no temas. Tomátelo como un proceso de apredizaje y ve implementándolo paso a paso. Uno de los errores más comunes que se cometen es pensar que tu Zettelkasten tiene que funcionar igual que el de Luhmann, su creador. Es mucho más importante entender los conceptos que hay detrás de esta forma de interactuar con la información para que puedas adaptarlos a tus necesidades y a los medios con los que cuentas. Las formalidades de los tipos de notas no es nada más que eso, darle un nombre a una práctica que tiene una lógica detrás. Es una forma de tratar la información que no es intuitiva porque es lo contrario de lo que nos han enseñado en la educación tradicional.

Por si llegas a esta entrada un poco perdida, aquí dejo una lista de los posts en los que trato el tema del Zettelkasten, empezando con la introducción a Luhmann y siguiendo con conceptos en los que se basa este sistema, pincha en cada frase para ir a cada entrada:

¿Quién era Niklas Luhmann? Parte I: El escritor que no se forzaba a escribir

El Zettelkasten de Luhmann. Parte II: Una estructura externa para pensar

Las técnicas de estudio más comunes no funcionan: deja de subrayar y de hacer resúmenes

Escribir te permite pensar: la escritura como andamio externo

Leer y tomar notas tienen que ir de la mano: para qué sirve tomar notas

Los tres tipos de notas que podría contener tu sistema son:

1. Notas temporales

2. Notas bibliográficas

3. Notas permanentes

Profundicemos en cada una de ellas.

1. Notas temporales

Son notas tipo borrador que procesarás a menudo para convertirlas en notas permanentes. Son desechables, no tienes que preocuparte mucho por el formato o por las formalidades, usa post-its o servilletas para ideas que te vienen de repente, en un cuaderno durante una conferencia o una charla, en tu programa de notas, subraya y escribe en los márgenes de un libro… lo importante aquí es que te asegures de que vas a encontrar las notas de nuevo y que vas a procesarlas para que esas ideas se conviertan en notas permanentes.

Si sabes de antemano que no vas a hacer nada con estas notas, no las escribas. Yo misma he tenido una «bandeja de entrada» de notas, ideas, reflexiones, con la que no he hecho nada mucho tiempo y al reelerla meses después no sabía ni lo que quería decir en la mayoría de los casos.

2. Notas bibliográficas

Son las notas que tomas mientras lees cualquier tipo de contenido, son más elaboradas y en la medida de lo posible deberías usar tus propias palabras y no copiar literalmente el contenido que estás consumiendo.

Las notas bibliográficas se basan en lo que consumes pero las escribes con la mirada puesta en las líneas de pensamiento y el contexto de tus intereses, de tu Zettelkasten.

Si te es posible, puedes saltarte este paso y tomar notas permanentes directamente, pero al leer un libro a veces tiene sentido tomar notas bibliográficas y después pasarlas al Zettelkasten en forma de notas permanentes.

Se almacenan en tu sistema de referencias, que puede ser Zotero, Notion, Evernote…

La única característica indispensable de las notas que tomes sobre lo que lees es que tienen que ayudarte a llegar a tus propias conclusiones sobre lo que estás leyendo para traducir esto a tu conjunto de ideas, modelos mentales y teorías.

3. Notas permanentes

Estas notas separan la información que has recogido de su contexto original (sin cambiar su significado) para introducirse en el contexto de tu Zettelkasten, donde se desarrollan líneas de pensamiento, hilos argumentales, ideas que se van desplegando. Esto se consigue al conectar las notas permanentes dentro de tu Zettelkasten.

Tomar notas permanentes es una forma de autodiagnosticar si lo que estás escribiendo tiene sentido. ¿Somos capaces de poner por escrito lo que estamos pensando? ¿Tenemos las referencias, los hechos y las fuentes de apoyo a mano?

El Zettelkasten no es una enciclopedia personal. Enlazando las notas de tu Zettelkasten creas un entramado de modelos mentales y una herramienta para pensar con la que mantienes un diálogo, no tienes que preocuparte por «terminar de llenarlo», por «cerrar un hilo argumental». Es un ciclo vivo al que vuelves una y otra vez si hay algo con lo que te cruzas que alimenta a las líneas de pensamiento que tienes abiertas.

Escrito por:Guía Carmona

11 comentarios en “Zettelkasten: tres tipos de notas

  1. Guia, ¡me gustan un montonazo estas entradas de organización! Y me he acordado mucho del Atlas Mnemosyne de Aby Warburg, ¿lo conoces? Warburg fue un historiador del arte que dejó el proyecto de su Atlas inacabado, ya que murió antes. Pero en fin. Son muchas imágenes puestas en un tablero, en las que Warburg intentó buscar las relaciones simbólicas de diferentes imágenes, en diferentes épocas históricas. Warburg mismo lo describió como «una máquina para pensar las imágenes, saltar las correspondencias y evocar las analogías». Se me hace como los apuntes que mencionas, como las notas definitivas que después puedes tomar y que te ayudarán a conectar diferentes puntos, a mantener un diálogo entre lo que has reflexionado antes, y tener ese ir y venir que mencionas (y que me ha hecho pensar en la idea del recorrido de Virginia Woolf, que a su vez leí en un texto de Solnit).
    Y esto, a su vez, me hace pensar que el aprendizaje no es nada lineal. Que todo el tiempo estamos intentando conectar diferentes puntos, y que allí está ese camino tan personal que recorremos con las lecturas que hacemos, con nuestras tareas diarias, con nuestros disparates y también con nuestras reflexiones más profundas.
    Muchas gracias por tu texto ❤

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    1. Hola, Daniela. ¡Gracias por tu comentario! Perdona la tardanza en responder. No conocía el Atlas Mnemosyne de Aby Warburg, tiene buenísima pinta, lo he capturado. Y Virginia Wolf y Rebecca Solnit ❤ Me alegro mucho de que te gustara la entrada. A ti gracias por leerla y pasarte por aquí. ¡Un abrazo!

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  2. Hola, Guía.

    Conozco -un poquito- Zettelkasten. También he investigado y usado los diferentes sistemas y programas. Seguro que soy uno más en el club de los que «sufrimos» del mismo mal: las ganas de aprender, de mantener viva la curiosidad y de ordenarlo todo de forma práctica, flexible, útil y organizada.

    Te animo a que sigas con este blog. Lo he percibido como cercano, personal, reconfortante, bien documentado, escrito con ganas y mucha inteligencia.

    Gracias, Guía

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    1. Hola, Ramón. Muchas gracias por tu comentario y por tus cálidas palabras, me hace mucha ilusión leerte. Me alegro de que estemos en ese camino del que hablas con ganas de aprender y de encontrar formas de organizarnos mejor para facilitar ese aprendizaje. Ahí seguimos. Lo que necesites, ¡aquí estoy! Un abrazo.

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